Por qué sembrás flores en mi cementerio de papeles abollados. Y para colmo tienen el descaro de crecer, abrirse y en medio de la noche ser de color. El cuadro kitsch de tu estridencia contra mi gravedad.
Y me matás. Me morís. Me das tres vueltas. Llenás el libreto de agua hasta dejarlo ilegible. De pronto pienso.
Por qué te vas. Te me vas de las palabras. Estridís la mirada que te busca, y me tensás los labios en una gana de beso más grande que la lluvia y que la noche.
Trascendés -por qué- el drama y gloria de mis caprichos. Sorteás livianamente mis ritos de corduración. Y te paseás por el futuro en las horas insomnes con paso firme.
Tu mar es más grande que mis ojos. Tu piel es más inmensa que mi tiempo. Mirá: se nos cae la luz por todos lados. Nos queda grande la vida y cortas las horas. Pero estás acá. Conmigo.
Por qué.
27.9.10
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7 comentarios:
definitivamente lo mejor que lei en el año...
Pendeja de mierda. Te condeno a escribir para siempre. No tenés ni una miga derecho a callarte estas cosas.
Fin del conjuro. Comienzo de su efecto.
Me gusta que les guste, porque uno cuando escribe algo que sale muy espontáneamente, no puede distinguir si es horrible o no. Pero, Franquito, tu conjuro es inútil porque cuando deje de tener algo para decir sólo voy a escribir zonzeras feas como muchas que ya están ahí en el blog.
Voy a escribir cuando me enamore, cuando conozca Bolivia, y nunca más. ja.
¡Y para colmo te creés libre! ¡Como si mis conjuros pidieran permiso!
hola maria pasate a mi blog que publique ta bueno jajajajaja
Hace 2 meses encontré tus palabras mientras divangaba apretando el botón "siguiente blog", fue una aparición, un deslumbramiento.
Ahora insistó en pasarme por aquí, ansiando que exudes algo de voluptuosidad a las parcas líneas que solemos leer.
Agustín
A veces -creo- es mejor no saber, por mucha curiosidad que se tenga.
Fdo: un gato
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