6.7.06

(las voces que al parecer son ella)

Hoy estuve tratando de encontrar con la yema de los dedos, una fisura en el aire donde esconder lo que queda de las alas. Las voces que al parecer provienen de (ella igual a nadie igual a todo) me advirtieron sobre esto. Dijeron: yo usé las alas que tiraste ayer; yo les quité la sal y desmentí las manchas. Dijeron mañana he de llevármelas. ¿no ves? Casi no están ya.
De modo que arrojé la cordura obsoleta en la basura y corrí a buscar, en las partes donde el aire se escinde, la grieta correcta, la fisura en donde he de guardar los retazos de las alas. Ellas patalean y disienten, o sonríen y se callan, pero yo las quiero tanto, tanto, que busco conservarlas aunque no las use.
Hoy palpé con cuidado todo el aire que he rozado. Quiero creer que las fisuras todavía existen, porque sino ¿dónde he de guardar mis retazos de alas, sus pecas y sus cabellos? Y aunque ya me han quitado tanto que no sirven sino para contemplarlas, ella las quiere aún, las quiere todas.
Dijeron: si intentás volar con ellas vas a matar lo frágil de sus formas. Y les creí. Pero de todos modos creo haber visto una grieta, voy a buscarla...
(Vaya... y yo que solía envolverme en ellas para dormir en los inviernos)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente.

... dijo...

Me Encanta... La imagen es magnífica...