Hoy resultaron ciertas tantas cosas... volvió en calma el deseo del agua, las sábanas con palomas celestes y yo. Pasaba gente con los ojos desorbitados, mirando la danza muda de las arañas. La gente, mi gente, claro. Miraban su silencio absortos, llenos de espanto.
En general no es así; ustedes, vistiéndose y desvistiéndose de negro, y yo, volviéndome niña de sueño. Una y otra vez. Pero hoy hubieron muchas cosas ciertas así, y el vaivén del día se fue haciendo rítmico y sombrío, con gusto a voces.
Hoy pasaron no sé cuántos colectivos a la muerte. Y me hacían morisquetas, qué raro, estaban todos vestidos de payasos decadentes. Pero yo cerré los ojos y caminé, y fue así que encontré el poema de las pieles y eso.
Menos mal que hoy decidí despertarme y recordar cómo es el aire cuando uno se ha bañado con agua fría.
(23/8)
24.8.06
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
5 comentarios:
Interesante el estilo. Tendrá (o tiene, o tuvo) sus ecos en crayón, seguramente.
Hay que desenmascararlo.
Qué bien... veremos...
Me gustó mucho...^^
hay frases con las que me identifico demasiado voy a pasar mas seguido por aqui, muy buen blog.
Qué bien, me encontraste.
Publicar un comentario