Lo subyacente
casi aquí; casi me toca las manos.
el olor de la saliva
el color híbrido de estos días de mierda.
Sí, sí: la rabia carcome lo sublime,
me despoja de las alas;
lo solemne
abandonó hace tiempo mis fronteras.
No es ningún secreto:
los besos no murieron en paz.
El hedor de la saliva explica
que mi boca se haya vuelto una tumba pálida,
que las pupilas hayan sido el campo de batalla.
No es una imagen extraña: casi está aquí
casi te toca la cara.
Lo solemne, mientras tanto
se ha ido a llorar al patio.
(18/8/06)
22.8.06
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3 comentarios:
Bueno... tal vez nadie lo note... pero, sí, tiene intertextualidad con tu texto.
Casi puedo imaginar tu rostro...
Eso es genial, porque.. es uno de los textos más inseparables de mi realidad. No pude evitarlo, por decirlo de algún modo.
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