vámonos ahora que hay tiempo, dije. estas putas noches no me dejan decir nada. y vos, con la mirada como en otro paisaje, te callaste y el silencio fue la respuesta de una palabra sola.
nada. yo dije vamos, pero irte vos, con el semblante de muerto ya... era imposible. ya estabas ido, te habías ido hacía rato, mientras yo lloraba los maltratos de las noches. y entonces me di cuenta, me dijo el cuerpo impreciso (sin decir) que ya estabas ido, que lo blanco era por lo recordado, que no hablara más con las cosas inexistentes.
vámonos ahora que hay tiempo, dije. vámonos juntos antes que llegue el frío de nuevo. pero tus ojos eran ajenos, eran de la ciudad lúcida y distante, y no podías mirarme, no podía recordar yo cómo era vos mirándome. ya estabas ido, no me di cuenta cuánto te habías llevado con el cuerpo.
yo me quedé acá, hablando con tu tiempo muerto, y me tengo que callar las ganas de escupir mi cuerpo inmóvil y la cama que espera; estas putas noches que me tienen como presa en los límites de la cordura...
(4/8 madrugada)
4.8.06
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