26.10.06

Yeso y carbonilla

Tras los agujeros de sus máscaras de cera, los hombres me observan con ojos dementes. Yo no sé, pero en cuanto bajo la mirada, se deshacen en mil cucarachas de carne. Lo he soñado... el mar negro que pulula y devora aquellos cuerpos que persisten.
Yo paso entre ellos, me olvido, los desapercibo levemente. En mi mente juega solo el poeta de tinta, y basta con eso. Yo me complazco en verlo renegar con las burbujas de petróleo; mariposa aguada, alas de anís... él repite su acto con el brillo de siempre, trazos que me gustan mucho.
Aquí, muy adentro pero muy lejos, florecen todas las palabras con eme. Yo me hundo y escapo a lo distinto de mí. Todo para verlo, inventarle nombres, dejarlo que corra y persiga la luna.
A veces, cuando vuelvo, las cucarachas han devorado una nueva parte de mí. Pero qué me importa, allá arriba juega él, volutas azules, aves de papel viejo y carbonilla.

(24/10/06)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me dan ganas de convertirme en cucaracha para así acercarme a ti y ser en ti todo
Amor.

María (Letras) dijo...

Está bien... esí sí es una respuesta que jamás habría esperado.
Estuve espiando tu blog, poeta, y salta ampliamente la cursilería. Pero aun así es... demasiado rosa para mi gusto.
En mis poemas vive mucho amor, pero lo encaro por otra parte.
Además... un seudónimo que sea simplemente amor es, por lo menos, pretensioso.
Saludos, gracias por la visita-.

Lala dijo...

Cerca de ese mago de infinitas aristas te ves, y estás y flotás, y vivís, suspendida y constelada, y así, son en esencia, puros.

besos.

María (Letras) dijo...

Vaya... es es... muy hermoso.
Aunque no comprendo qué o quiénes son puros en esencia.