Pero ella quemó los bordes y no pude seguir creciendo. Ella que es Él que es Dios. Ella que volvió carbonilla las líneas vivas del universo. Ella arrugó el papel y corrió la tinta de los juramentos...
Y no deja, nunca dejó, de reirse de mi niñez empecinada.
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8 comentarios:
Me gustó mucho... Diría más, pero aún me tiemblan las manos... Me hizo mal leer eso, no sé por qué...
¿Porque vos sos parte de este dibujo bizarro?
Veremos, veremos cómo termina. La hoja tiene mucho espacio en blanco todavía.
Es raro oirte hablar así. Por otro lado, creo que si no he crecido es porque quemé los caminos. Lo bueno es que siempre puedo saltar desde el borde en llamas. Algo debe haber abajo.
Me hacés acordar a Manuel con eso de las líneas. Muy bueno.
Sí, vió mis líneas, a pesar de que no se o comenté. Molesto. Ve demasiado.
ella, cuanto me paso por ella
y cuando las cosas se desbordan...? que sucede, a dónde se van tantas líneas? como saberse de regreso?
Al menos se divierte.
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