6.6.08

Prueba I de escribir chinchuda

El silencio aprende a gritar desde mis manos. Grita, primero, que querría callarse hasta el final del mundo. Y yo lo obligo a meter la cabeza en el mar y a seguir gritando, porque estoy harta de que me clave -el silencio, el estúpido silencio imberbe y melancólico- sus ojos en la nuca. No me deja mover los labios.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Maria, a veces todo parece estar de continuo grito y no escuchamos. me gusta esa manera tuya en la que describis cirunstancias.

Beso.

pio dijo...

Me gustó muchísimo

franco dijo...

"Y yo lo obligo a meter la cabeza en el mar y a seguir gritando"

traumante

(comentado casi a la fuerza, ya te chateé lo que me parecía)

Anónimo dijo...

Qué bien se siente volver a leer a la gente que estimo (sí, en serio que los extrañaba). Un saludo, un abrazo y la amenaza de que he vuelto.

.::Terrenal::. dijo...

HOla como andas? te invito a sumarte al Bufanda Fest!

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