22.4.09

Si se amucha, duele.
Si se amucha y estamos tirados en el pasto, y tu cabeza me hace sombra y viene como un meteorito a embestirme el silencio con la gigantescosidad demoledora del beso a las tres de la tarde,
duele.
Si se amucha y los segundos lo superponen una imagen sobre otra engrosando el peso sobre mi pecho, y no entiendo cómo la remera aguanta respirando el tamaño de esto que
duele
Sí se amucha y por qué, si tantos inciensos prendimos, tanto nos hincamos imaginariamente frente a dioses imaginarios, y rezamos que por favor existieran, dioses, para que por favor nos hicieran el favor de que no nos quisiéramos tanto.
Nos amáramos tanto. Amar amarrados en el mar de pasto que nos detiene siendo una isla. Nos detiene y los segundos son de viento. Ahí se van. Allá va la vida, mirá. Se escapa con el vestido blanco y recién planchado. Mientras acá esto se amucha y
duele.

Sí, duele. Pero duele bien. De esos amontonamientos blandos, ovillos de flores de sangre caliente y ojos lacios. Que duele porque no entran. Y nos amarra con nudos gigantes al mar, isla somos, mientras la vida se marea y nos amenaza con devorarnos.
Duele porque la muerte existe, si ya sé, pero más que afuera y más que siempre. Existe porque tiene más dientes, y porque las ganas de arruinar todo se le escapan en anillos de humo gris cuando pasa por el lado y nos mira.
Yo para vengarme no le pongo más nombres.

Y acá se amucha y duele
en el pecho, esta trinchera que nunca se abandona. Se amontona como muchedumbre encendida de palabrísimas enormes, enredadas, inquietas, amarradas al mar. El beso es la isla. El beso redondo y rojo de las tres de la tarde y tu sombra cercando mi asombro.
Somos la isla que persiste en la distancia. Ovillos de flores muy tibias crecen acá dentro. Se amucha y duele. Duele mucho. Pero duele bien.

3 comentarios:

Adrian Orellano dijo...

A pesar de que no nos llevemos bien por chat, te digo con el corazon que es un gran poema y me encantó.

FT dijo...

No me gusta dejar comentarios, y ya van veinte veces que digo eso y te dejo un comentario.
Que falta de integridad la mía, pero bueno, es que tu texto es exelente (me dio ganas de leer a Carson McCullers).

Saludos!
Federico.

franco dijo...

¡Es gigante este poema!