yo no sé cómo sucedieron las cosas. primero fui chiquita y después fui anterior, antigua como árbol y montaña.
había habido agua por todas partes, vientos fuertes
y yo levanté el rostro y vi a la Madre.
luego ¿lo olvidé? ¿me perdí? las cosas se durmieron o se rieron; dejaron de gotear.
pasó gente con ojos chiquititos y parece que venían de adelante para atrás porque no querían ver lo que les iba a pasar.
aprendí de ellos
junté sus ojos en una canastita y les ponía nombres, los regalaba a los cronopios que había soñado.
después vinieron las palabras, que eran nuevas pero viejísimas desde la época del agua y el viento, o antes. Quién me enseñó a modelarlas; a veces me dictaba y otras me dejaba, y otras más se reía fuerte fuerte de mis manitos torpes.
de a ratos volvía a ser chiquita y a veces creía que siempre, que el resto era sólo un juego. nadando en el espejo conocí a Quién y me dijo: no; aquí estamos las dos desde hace siglos. desde hace vidas. no conocemos ya el silencio.
dormí. o no. no sé. sólo de pronto ya sabía que era Ella, la Misma, la Madre, la de agua y viento y palabras: la que conocí muchas veces y la última, el entierro del gorrioncito.
de verdad que no sé cómo ocurrieron las cosas. a veces hay agua de nuevo y parece que hubo siempre. lo mismo pasa con todo. todo es uno y a un tiempo, todo es ver algo a veces y a veces otra cosa. o pasan de a una. no sé.
de verdad que no sé si ocurrieron las cosas.
(27/2/06)
27.6.06
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