30.8.06

Flor

Hoy las cosas se movieron lentas, y devoraron mis horas cautamente. Recorrí los pasillos con el frenesí mudo de los martes que amanecen helados, y no me volví ni una vez para ver las cartas rotas que derramaban el poema. No preguntes por qué; yo nunca sé las razones de Ella para llover tan triste, o para no dejarme dormir temprano.
Yo sé que no soy una flor. Te estuve observando mientras mirabas con melancolía los jardines de ayer. Por eso hoy me hice chiquita hasta confundirme con las mantas, y quise aprender a rezar otra vez, pero –ya sabés- no puedo adulterar sus mandatos. Sólo resta esperar(nos).
Y ahora ¿qué voy a hacer? el martes ya se termina, pero el sueño se demora, y ya están todos mis espejos llenos de cartas condenadas. Me canso (¿ya lo dije?) de escribir con tintasangre de recuerdos.
Me pregunto si puedo ser una flor si nadie me reza.


(29/8/06)

2 comentarios:

ignatiusmismo dijo...

Me pregunto si puedo ser un ser humano si nadie me riega... Saludos a María.

María (Letras) dijo...

Esse est percipi.
Si nadie me ve, no soy nada. Y si nadie quiere regarme, es casi lo mismo.