Al acto sacro, una reverencia.
Al Mismo que se esconde entre la ropa, algo más:
el juramento de mi cuerpo enamorado.
Y al Otro
-a la forma insinuada,
inaprensible vacío entre las mantas-
la inmovilidad desesperada
la potencia que se suicida:
yo, hincada de rodillas en la arena de mí muerta
blanca de asombro y silencio inamovible.
4 de septiembre.
5.9.06
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2 comentarios:
Me transportaste a la arena de vos...
es como si entre las mantas estuviera el universo, y en tu piel las estrellas, desde aqui mi reverencia al acto sacro..
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