hasta el cielo.
solíamos tener palabras para ello.
ayer me acordé del cielo y cómo huele a paraísos florecidos.
pero no pude decirlo, era ya una gran mentira, no se llora por lo que no existe.
hasta el cielo.
antes las cosas se llamaban así, o de otras formas parecidas, pero ahora se llaman tres, porque todo se ha vuelto de ese número. se llaman tres, se dice tres, no es preciso ni incorrecto. es así, nada podemos hacer.
pero ¡qué va! no puedo explicarte sin decir: cielo.
aunque haga siglos que no miro hacia arriba; los dioses han perdido sus nombres. uno no se acuerda cuando se ha vuelto parte de las paredes.
(14/10/06)
26.10.06
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