En fin, dejo de parlotear...
Si mañana no hay nada. Si las noches y los días y los llantos desaparecerán junto con los ojos. Si mañana la carne llamará a la nada y la desafiará: devórame, y su ingenua insolencia le valdrá la muerte joven, entonces me alzo hacia el aire que se irá conmigo. Le digo juguemos. Quiero aprender a volar. Él no dice nada y me lleva (es bueno conmigo).
Si mañana no hay nada, me pongo triste y hablo con el tiempo. Le digo, entre vos y yo, entre cuerpo y cuerpo... ¿para siempre?. "No habrá vacío" asegura, y hago caso omiso de su trampa. Pero no hay nada mañana y hoy oscurece rápido...
Así, corro hacia vos, te digo ¡Mañana la Muerte! y aunque no me creas lloramos juntos. -Hablé con él. Dijo que sí... pero no le creí del todo.
Juguemos. Juguemos a que sí. A que el Sol seguirá quemando el cuerpo
¡Pero la muerte!
y las lluvias lavando la tierra
¡Pero mañana...!
y las almas juntas, durmiendo en la sonrisa.
¡Mañana no hay nada!
No. Nada.
¿Querés jugar conmigo?
3 comentarios:
uy...es tan facil jugar a que sí, pero mañana no hay nada... !?
(acá es cuando trago)
sería más divertido si se jugara más... total, ¿mañana qué?
Hola María como va?
Primero te digo: Juguemos.
2do. te paso algo mio que aun no subi aqui, pero da vueltas por otros lados
"...Sólo un agujero se ve
que se agranda o se achica
según los años y la memoria
donde sus víctimas y victimarios
como en juego de roles, cambian
trocan de humanos a miembros despedazados
ensangrentados y fríos de negra mirada..."
Todo es juego, pero no siempre divierte.
Te dejo un beso.
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