sobre los ejes perpendiculares del tiempo y mi cuerpo, dibujás tu partitura
vals de rojos telones sobre el agua al pie de las butacas.
Me canso nunca de verte nadar
como si me creyeras cuando te digo que soy el océano el agua toda la matriz del universo
y quiero pero no puedo decir pido gancho
dejame un minuto para pensarme pero no porque la obra empezó y debe continuar
Se trata de un ángel de lisa espalda
que vuela en canción / sobre su propia voz de colores precisos y grandísima luz
Que se esconde en la torpeza para encontrarme sola en mi cuarto con el piso empantanado de oscuridad, para encontrarme sola en mi cuarto, pedestre y opaca
y fabricar para mí las palabras de este poema:
......Que tus labios, mágico crayón, dibújenme cada vez las sandalias aladas,
......un invierno en miniatura para abrazarnos más hondo,
......un vestido desnudo de viento y aurora
......una canción.
......Una canción que nunca diga mi nombre.
Para encontrarme en mi cuarto, humana y miserable, y volverme la hoja blanca de tu partitura. Aunque el teatro se llene de agua fría y algas
y aunque jamás quisiera terminar de escribir estas líneas.
8.2.09
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1 comentario:
Se me cruzó Lisandro Aristimuño por la cabeza leyendo este.
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