22.3.09

24 de marzo

los ecos vienen corriendo desde el fondo del calor
a estrellarse contra el vidrio fijo de nuestras miradas abiertas y blancas
nuestras ventanas rociadas por el miedo de no entender
a los ecos de voz animal voz heridísima hasta el hueso
voz que nos sacude los genes les recuerda que es la voz de la raza
que todos tenemos la capacidad de doler tanto
y gritar animal herido henchido de verdad desesperada
y no estar seguros de nada excepto de Hay que elegir.

los ecos parecen una estampida de segundos ensangrentados, abandonados, enloquecidos y recuperados. pero son otra cosa y quieren saber qué. Algunos sugieren: la Historia. Otros dicen: lo necesario. yo no digo nada y escribo esto.
Ellos se desarman explotando en cada segundo sobre la memoria
que los abraza aunque le manchen el vestido de pena y le llenen el oído de espanto.
Curiosa forma de pregunta ontológica
la exigencia de memoria, verdad y justicia
aunque decir que existen es una forma de mentir
para no volvernos locos
y sobrevivir a la vulnerabilidad loca de furia que nos hace.

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