4.10.10

la noche en diferido

no te me caías de la boca
me robé tu nombre para llevar bajo la lengua
y brillabas en el horizonte toda vez que cerraba el párpado
o apretaba los labios
no te me caías de los ojos
pegado con tinta sobre la retina abstraída
entrabas ardiendo agua sobre la noche
y te ibas o no te ibas nunca
pero siempre de alguna forma violenta parecida al silencio
parecida al celo
venía tu sombra a golpear la frontera de mi cuerpo
y no se me caía de las manos
el sabor espeso de la indistancia
no caía nunca no terminaba de caer
tu peso sobre el segundo en llamas del ahora
no terminaba de caer
tu peso sobre el grito
tu grito sobre el beso
tu espejo sobre el ansia
tantas cosas

No te me caías de la boca
me guardé tu nombre
me quedé dormida en tu nombre

7 comentarios:

Federico J. B. dijo...

Hermoso. Cortazaresco. Leve tirón de los pelos del brazo.

Anónimo dijo...

:)

J. dijo...

Nía: me gusta leerte, aunque sea en tus repeticiones amorosas(?). Quizá sea tu punto fiel en la escritura, la fidelidad ésa de la que habla Kundera en el diccionario de palabras incomprendidas. La que nos mantiene en pie .P

Nos hemos cruzado o visto de lejos muchas veces, sin saludarnos de correspondido. Vayan mis saludos cibernéticos como devuelta a los desencuentros.

Abrazo grande mujer!

María (Letras) dijo...

Mh, sí, es un poco meloso el blog. Fidelidad... parece describir bastante bien. El amor es el punto que me obliga a escribir más allá del cansancio, la noche, el embole, y la hegemonía de otros lenguajes que me pisan la boca todo el día.
Me gusta encontrarnos en estas reflexiones
y también bailando música alocada de unos seres delirantes después de una marcha alocada.
Será que en el fondo ambas cosas tienen alguna relación aunque yo las sienta escindidas...
Besos!!

J. dijo...

¿La marcha de las gorras será? Yo no veo tanta escición entre locura y locura (o delirio y delirio dirás vos). De hecho para mí la poesía es eso en gran parte: locura. Que es muy difícil juntar cosas que a veces no se juntan, es difícil. Que hay gente que hace poesía desde la política también es cierto, y la respeto de la misma forma en que respeto ésta.

Y que digo que no es pecado fusionar cosas de acá y de allá (sin hablar del amor estrictamente amoroso ni de la política estrictamente politicosa).

Buehj..., tampoco deja tantas claridades lo que digo. Así que me desenredo de este relativismo trunco y sigo disfrutando las lecturas disfrutables.

En lo personal, insisto en buscar un signo sin categorías, aunque pierda bastante en la busca.

Abrazos! ;)

...jebumarï... dijo...

maría!cómo me gusta leerte.
"...no te me caías de los ojos
pegado con tinta sobre la retina abstraída
entrabas ardiendo agua sobre la noche
y te ibas o no te ibas nunca..."
qué hermoso.
me gustaron las frases recurrentes, como sellos indelebles "no te me caías nunca..."
un abrazo
jesu

María Evangelina Trabucco dijo...

Literalmente, atravesada por tus palabras... Me vuelvo a mi blog con una sensación de tierna satisfacción porque esa conjunción es lo que siempre busqué como lectora. Muchas gracias!