6.5.25

Montaña (Octubre 2024)

 

Es de noche.
Volví a ver el camino de montaña
que habita mis sueños.
Espera ahí
en sonora y vibrante calma
latiéndome adentro como un hijo antiguo.

¿Por qué elegiste llamarme a mí
que paso mis días en esta ciudad hundida
empujando a un niño en su hamaca?
¿Acaso no es la misma voz
con la que decías “¡No entres!”
y me clavabas tus ojos de piedra en la nuca
cuando mordía tus umbrales?

Es de noche.
El niño llora, pide por su hamaca.
Y por el rabillo del ojo la veo a ella
la boca del camino
que respira y me llama
desde el umbral del sueño.


Yo no sé qué van a hacer ustedes (Julio 2024)


 

Yo voy a construir una casa unida a otra
casa unida a otra casa
que se vean desde la luna como una muralla
donde el oleaje de los crueles se estampe y se rompa
mientras adentro hacemos una fiesta
tramamos la guerra
curamos la piel rota
y hacemos de comer, una y otra vez,
como desde que el mundo es mundo para esta especie
cada día
una y otra vez
hay que hacer de comer.

Miren yo no sé
qué van a hacer ustedes:
hay personas que saben tanto
sobre lo que está muy abajo, muy atrás o muy lejos.
Pero no han logrado enseñarnos
-parecen locos hablando solos-
tal vez porque faltaron
cada día a las rondas alrededor del fuego
el fuego que una y otra vez hay que prender
para comer y para contar
para enseñar y para curar.
Ey no sé qué piensan hacer ustedes con este tiempo astillado:
yo los invito a construir una casa
unida a otra casa y a otra más.

Tal vez sea la fiebre pero vi
catorce millones de futuros.
En cuántos ganamos, en muy pocos.
Realmente un puñado de arenisca esperanzada
arrojado en la oscuridad.
Porque ganar no depende de una destreza
de una acción precisa y brillante como  un bisturí
sino de alguno mucho más raro:
una sinergia
una acción lenta y sostenida, tozuda -
¡ciega de tozuda!- como un monstruo
hecho de miles, qué digo, millones de
cucharas y manos, de palas y vendas, de cuentas y notas,
y palabras.
Una genkidama descomunal, voluntaria y
-lo más difícil de todo-
lenta. Muy lenta.

Es verdad: el mar de los crueles
va a seguir rompiendo.
Es su naturaleza.
No puede obrar de otro modo.
Yo no digo que abandonemos del todo esas trincheras
viejitas llenas de recuerdos.
Pero no confiemos tanto en ellas.
Las honremos como ruinas, y como ruinas que son,
sepamos que el tiempo las va a vencer.

Yo no sé qué van a hacer ustedes, yo voy a hacer una casa nueva
una casa larga llena corredores abiertos
y en esa casa voy a hacer una fiesta
porque nadie quiere ser invitado al bando de los tristes,
y yo
no me quiero quedar sola.

No es un gran plan, ya sé.
Pero es un plan.
Yo no sé qué piensan hacer ustedes pero queda poco cuerpo ya
así que
antes de que lo viejo se termine de morir
y mientras gestamos lo que ha de nacer
los invito a que seamos los monstruos
unos que abdican de la crueldad
para construir, bailando, una casa.

Contagios (Julio 2024)

 


En el lodazal del dolor
la muerte también se contagia.
Es un grito que reverbera.
Es un animal
que bebe
de la tristeza.
Un eco que se cae al abismo
pero antes
te abraza.

Oh santa muerte, golosa,
¿es tu boca, enchastrada y dulce,
la que mastica en mi oído?
El invierno se deshace de los débiles.
Yo amamanto un cachorro
como única, terca protesta.

Intimidades (mayo 2024/ corregir)


Una cicatriz es también una grieta por donde se cuela la luz:
una rendija angosta por donde puede asomarse apenas un ojo.
O mejor:
una cicatriz es sobre todo una grieta. Y deja espiar una estancia del recuerdo,
una sola.
Un fotograma suelto que se ha colado en el álbum de recuerdos
a fuerza de dolor
o de la exigencia -tácita pero
inexcusable- de que el cuerpo
con cicatriz la explique en
forma de historia.

En la penumbra de la pieza la grieta brilla más.
Al tacto de un dedo que la requiere, se expande y respira.
Muestra las raíces, enrojece apenas
y revela su textura única.
-No me olvides -dice-.
Lleváme junto al nombre de este cuerpo. Como un escudo
de armas o una huella digital
recogida en el camino.
No me olvides: yo te voy a decir si este
cadáver es también tu cadáver.

La intimidad, pienso, no se trata de saber de vos.
No puede arrebatarse, y no puede
ser almacenada. Es una savia caliente que va goteando
cuando una cicatriz se deja espiar. Es la forma del rostro en la penumbra
apenas iluminada por las cicatrices.

Vieja (febrero 2024)

 

En esta casa
resuena un imperativo
como la nota tensa de un gong:
amustiarse
saltar a la cascada del tiempo
con la sinceridad de un suicidio
no escatimar en roces
el cuerpo es para gastarlo
el cuerpo llegará donde llegue con
las bocas gastadas de tanto tráfico

Mi silueta en la sombra canta bajito:
amustiarse
no es un canto feliz, ni triste
como el viento en un árbol
como mis propios años
que desconocen las preguntas
tontas
los resúmenes
los nombres los destinos
las cremas
sobre todo las cremas
remando hacia atrás desesperadas
esta piel que se encrespa más mientras
más se adentran los navíos.

Yo voy por la casa envejeciendo de a sorbitos
no es culpa del sol ni los ceños fruncidos
es mi estepa que se invierna:
cada día oscurece más temprano
y yo duermo menos
para vernos
cara a cara con la noche.

Incendio (diciembre 2023)

 
Algo acá dentro no se aquieta.
Me queda incómoda esta sombra
este órgano nuevo
ancho y grumoso
esta tristeza masacote
hecha de todas las cosas
que se perdieron para siempre.


Qué pongo ahora donde antes había
un paisito excepcional
donde cada tantos años
se podía ser feliz
sin venderle el corazón a la soledad.

moscas (enero 2023)

 

una boca
se llena de moscas
al otro extremo del mundo
mientras acá
la carne se hincha
con cada inspiración
y vuelve a bajar
casi sin sonido

la energía del alumbramiento
aun persiste entre los muebles
sé que lejos
las moscas y los gusanos
construyen ciudades en cuerpos
que no son rosados y llenos de aire
que también nacieron
con esta energía
(no quiero pecar de soberbia)
¿Qué nos distingue?

la suerte
el tiempo
el absurdo
siento el cuerpo de mi hijo latir
mientras las moscas
llenan otras bocas
siempre otras
no sé si temo o persisto
aterrada, me puedo agarrar más fuerte
del néctar vital

Del otro lado de la ventana
las moscas se relamen.

arañas (diciembre 2022)

 

No podés pisar firme el suelo
si estás temiendo
el crujir de la araña bajo tu pie.
El crujido es vívido aunque
jamás lo hayas sentido
-viene de vidas pasadas?
de luchas en sueños,
de ancestros en mundos en que las arañas y los hombres
aun se disputaban territorio.

Y no podés.
El terror te sigue lamiendo la cara.
Tu corazón está cercado
por negras arañas que bailan
con su cinética asquerosa
sus gotas de peltre
caen como clepsidra contando segundos:
no podés
pisar firme
ahora hay un niño que puede morir y debe
ser cuidado de manera rigurosa
pero también tiene que aprender a caminar
y vos también
sí a vos te hablo
María
pisá
con toda la palma del pie
como si quisieras hundir la baldosa.

Click clack

como a veces ya me da miedo dormir me imagino una vida toda despierta, o muerta y viva y muerta, así, como un interruptor de consciencia
click
clack
o toda dormida al menos de corrido como para poder terminar los sueños que son como una película pero que nunca empieza ni termina sino que continúa y a veces pasan meses y vuelve lo mismo, el zoológico o esa casa, el deja vu de los tres charlando en la pieza
o toda como una película es decir vivir embebida en una simbología más o menos coherente en el mismo estilo de cámara o aunque sea los personajes, que no corran tanto porque me mareo y además que en las películas siempre es verano y el tiempo pasa lento o nadie sueña o si sueña sólo está la parte en que se despierta.
pero no entonces me da miedo dormirme porque en verdad me canso de tener tantas vidas

viaje en semicírculo

en donde duermo hay animales
a pesar de los siglos de medir todo con centímetro y todo con termómetro
y cuando digo animales quiero decir animales
ojos sin lenguaje fantástico esquelo innatural
de movimientos imprevisibles y piel caliente enropada en pelo
me da miedo que caminen
hace muchos años que habíamos ganado esta guerra
el hueso del omóplato viaja plácido en un trayecto singular y me da miedo
y yo toda incómoda cierro los ojos y ruego a Dios más dientes
un músculo, un reflejo, mudar la piel de palabras por una que no sangre tanto
el hueso viaja en un semicírculo perfecto.

la guerra es posible, vive y respira donde duermo
hay animales

2.2.13

Subjuntivo

Si fuera una puta, sería geisha.
Si fuera un papel sería filoso.
Si fuera una palabra, significaría varias cosas.
Si fuera traidora, huiría en un barco
Si fuera suicida, escribiría la carta después del tiro.
Si fuera virgen sería muy mala.

Si fuera una puta querría ser geisha.
Si fuera viuda sería de guerra.
Si fuera virgen no tendría un hijo.
Si fuera enferma sería de cáncer
Si fuera terminal me pondría un chaleco bomba
Si muriera me llevaría unos cuantos
Su durmiera mejor no escribiría este poema.

16.6.12

la ciencia al servicio del frío

el cuerpo consiste en infinidad de pequeños retazos de algo dolible, entiéndase de algo que es pasible de ser dolido por otro algo o por sí mismo, acaso, si no dispusiera uno de utensilio o circunstancia externa.
fue inventado en el siglo XII
antes no dolía (dicen)
el cuerpo se trata de su consistencia. extensísima superficie completamente expuesta a dolencias que por allí transiten. Las uñas son restos de una cáscara anterior, primigenia, desarrollada naturalmente en para protegerse, pero fueron comidas por el mar de cuerpo que las desplazó hasta la orilla. hoy, nomás sirven para ser quitadas con una cucharita. y doler.
lo mismo los dientes. antiguamente eran más y hoy sólo se encuentran en la boca.
por el contrario, abundan las zonas blandas, carne que insiste en crisparse, rasparse a cada roce, abrirse ante la simple amenaza de filo.
los estudiosos de disciplinas relacionadas ahorran cáscaras sin desecharlas para usarlas en un eventual traje protector. pero no cuentan esta historia. la mejor arma de la debilidad es su autoconciencia.

28.3.12

en acá al lado

mataron a un pibe en acá al lado
dice /las noticias dicen/ yo ya no quiero creerle a nadie pero todos dicen que lo mataron
yo a veces me siento un poco como ese pibe y me pregunto si capaz no era mujer y no era yo, justamente, que siempre estoy a punto de morirme y que aproveché y cambiamos de cuerpo
y ahora estoy muerta y él escribe desde mi cuerpo, salvado, sobreviviendo desde mis manos de mujer siempre, que son las mismas que él tuvo o tuvo que tener, que quiso y tuvo, cuando yo le dije: está bien
yo no necesito más esto que reposa en el tiempo
y vino a mí como un beso inmenso como un abrazo que dura hasta dormirse:
Usa mi nombre como un rayo de luz se usa para despertarse
como un par de ojos nuevo sobre los ojos llorados
usa mi ropa, mi cama, mis piernas para acurrucarse, y se acaricia el brazo igual que hacía yo antes de que me mataron
acá al lado
mataron esa chica
que usaba antes la mano ésta.
en Chile estaba. Y la mataron.

9.1.12

a mí me hubiera gustado tener el tiempo de contarte

en los veranos cuando era chica mordía la almohada para no quemarme
escondía la lengua
me ataba el pelo al ventilador para aprender a volar
y de paso no quemarme
la gente en el barrio además
es revoltijo de piel y soleritas floreadas
yo paso y no quiero mirar
por si ellos se besan desesperados de tanto estar tan cerca
y la verdad
éramos tantas en casa
no cabíamos bajo la cama cuando era la siesta y había que enguaridarse
y el sol vitalizaba las caras y mataba todo lo demás
pero ahora enormes máquinas de aire nos congelan
lo aprendimos de walt disney y nos olvidamos
hasta que se corta la luz porque se cansa de que la manoseen y le aten cosas
como en casa, que éramos tantas
y salir al barrio era otra cosa
no mirar adentro de los autos o por las ventanas
por si acaso la piel y las flores
se besaban o no sé, vegetaban intensamente
no mirar para no quemarse
enromance con el calor de tanto tenerlo cerca respirándote en la nuca
en el barrio las cajas de aire helado no existían
cuando se corta la luz es parecido
soleras y flores mordiendo la piel para no quemarse la lengua
yo en el ventilador
doy vueltas y vueltas y vueltas

30.12.11

éxtasis

amo violentamente estas manchas que me nacen en los brazos
o las fabrico yo con las uñas, cavo en la piel, en los días, en el calor además nace un perfume, en mis manos, que es insoportable no puedo dejar de quererlo y sin embargo su estar ahí es absolutamente insuficiente.
el perfume de una brasa oculta, dónde, tal vez, en lo profundo y por eso busco hacer pozos
en el fondo de mí habrá un incendio o tal vez algo hasta silencioso
un núcleo vibrante, un magma milenario
amo con violencia el perfume de mí en el calor,
busco despedazarme para encontrar el centro que hierve, hace quién sabe cuánto, siglos, los años que vengo arrastrando de mucho. y por qué no si estoy hecha de un árbol y un incendio, de objetos que hierven y se deshidratan, incesantemente, de una vigilia que recalienta y acaso explote
estoy hecha de mí, las manchas que son puertas a lo más íntimo el bajo la piel
no puedo dejar de buscarme
pero y si antes de encontrarme me derramo
y si antes de llegar al fondo...

28.11.11

Cosas

hay a veces como un polvo depositado en todas las cosas
que se quieren esconder para que no las miremos
yo también me ensucio de tierra algunos días
avanzo en silencio
para ver si el cuerpo aprende de a poco a volverse invisible


pero de pronto sale un grito
de mí de lo profundo de la boca
y el polvo se sacude y brillo con la intensidad del día
y los perros me encuentran para hacer guardia y que no me escape del mundo